La canas salen por falta de producción de melanina en el organismo, una sustancia natural encargada de aportar color al cabello, a la piel y a los ojos. La edad promedio en la que el cuerpo comienza a reducir la elaboración de este pigmento, está entre los 35 y 40 años; sin embargo, también puede ocurrir cuando somos más jóvenes, por otras diferentes razones:
Niveles bajos de vitaminas y minerales
El cabello es un reflejo de nuestra salud, y las canas prematuras podrían ser un testimonio. Según los expertos, su aparición es señal de deficiencia en vitaminas B12 y D3, ácido fólico, hierro y zinc. Para estabilizar estos niveles de nutrientes, es necesario incluir en nuestra dieta hojas verdes, aguacate, nueces, frutas frescas, semillas y chocolate negro.
Estrés
Según estudios realizados por científicos de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, las situaciones de estrés disminuyen significativamente el número de células madre de los melanocitos -las células de la epidermis que producen la melanina-, provocando el tono blanco en las fibras capilares. Para evitar el estrés, es muy importante reducir la tensión y la ansiedad por medio de métodos de relajación, como el yoga y la meditación.
Genética
Frente a esta causa, no hay nada que podamos hacer. Un estudio publicado en Nature Communications, reveló que existe un gen relacionado con el descoloramiento del cabello. Este gen -conocido como IRF4-, está involucrado en la regulación de la producción y el almacenamiento de la melanina. Eso explica por qué, a varias generaciones de una misma familia les salen canas prematuras, aunque se alimenten bien y estén sanas.
Químicos
El peróxido de hidrógeno -que se emplea para decolorar el cabello- ataca a los melanocitos del folículo, y puede acelerar la aparición de las canas.