Despertarnos acaloradas no es lo mismo que experimentar sudores nocturnos; estos intensos calores corporales vienen acompañados de una sudoración extrema, que hace que nos despertemos con la pijama y las sábanas totalmente mojadas.
Aunque las mujeres en edad de perimenopausia o menopausia pueden experimentar este tipo de situaciones de manera cotidiana y normal, estas no son las únicas razones por las cuales se presentan los sudores nocturnos; este síntoma puede darse a cualquier edad, y podría estar alertándonos sobre ciertas condiciones médicas:
* Podría estar avisando sobre alguna enfermedad cardiovascular, especialmente en mujeres con sobrepeso, presión arterial alta, o diabetes.
* Es posible que nuestro organismo esté luchando contra alguna infección o algún virus, provocando fiebre y sudoración excesiva, para atacar al invasor.
* Podría estar alertando sobre algún problema en la glándula Tiroides; una dolencia conocida como hipotiroidismo.
* Puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos, especialmente fármacos antidepresivos.
* Sirve de alarma cuando el sistema inmunológico está desalineado, e identifica erróneamente algo normal como peligroso para la salud.
* Si la sudoración viene acompañada de fatiga, pérdida excesiva de peso y ganglios linfáticos inflamados, es posible que nos esté alertado sobre alguna enfermedad seria, como el cáncer.
* Pueden estar relacionados con alguna mutación genética vinculada al cerebro, que controla ciertas hormonas.
* El consumo excesivo de alcohol también produce sudores nocturnos, dado a que estas sustancias inducen a la deshidratación severa del organismo.