Siempre hemos escuchado que, la compañía y el amor incondicional de un perro es una terapia emocional que aporta grandes beneficios a la salud; sin embargo, un reciente estudio realizado por la Universidad de Saskatchewan en Canadá y publicado en la revista científica PLOS One, lo pudo finalmente comprobar.
El estudio determinó que, la interacción con perros puede tener un impacto significativo en la salud -especialmente en pacientes médicos con dolores-, y comprobó que tan sólo 10 min de afecto canino, pueden llegar a disminuir el dolor considerablemente.
El perro transmite su energía positiva y su paz interior, haciendo que produzcamos endorfinas -la hormona de la felicidad-. Éstas actúan como potentes analgésicos que contribuyen a eliminar el malestar, la tristeza y la depresión, además de contribuir significativamente al bienestar del sistema inmunológico de las personas.
Por esta razón, los perros son utilizados frecuentemente como soporte emocional para soldados con síndrome de trauma, para personas con discapacidad, y como terapia positiva para niños con cáncer o con desbalances psicológicos.
Los nuevos análisis, detectaron cambios clínicamente significativos de bienestar frente a situaciones de dolor, de ansiedad y depresión, después que los pacientes tuvieron interacción con perros de terapia; una gran esperanza al valor potencial que pueden tener estos animalitos en las áreas de urgencia de los hospitales, y para pacientes con dolores crónicos.