El mundo actual es inimaginable sin teléfono celular. Este pequeño dispositivo nos ofrece grandes ventajas en el mundo laboral y como arma de seguridad; sin embargo, puede llegar a convertirse en una amenaza para el cerebro.
Según recientes investigaciones científicas, los efectos de los móviles están íntimamente relacionados con el cortisol:
El cortisol es una hormona esencial en el metabolismo y para la función inmunológica; no obstante, los niveles elevados de ésta pueden detonar graves repercusiones en la salud de las personas.
Aunque no nos demos cuenta, los niveles de cortisol se elevan con la sola presencia del celular cerca. Cada vez que lo revisamos, generalmente encontramos algo estresante que conducirá a más producción de cortisol, resultando en niveles elevados crónicos de esta hormona.
El exceso de cortisol afecta la corteza prefrontal, un área del cerebro crítico para la toma de decisiones y el pensamiento racional. Además, interfiere con nuestro sueño, autoestima, relaciones, memoria, capacidad de retención, creatividad y productividad, al igual que con las habilidades para resolver problemas y tomar decisiones.
Si logramos romper este ciclo fomentado por la ansiedad, podremos reducir nuestros niveles de cortisol para mejorar nuestro juicio a corto plazo, y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el estrés.