El Gobierno de Bélgica pondrá en marcha una visionaria reforma laboral, que incluye reducir la semana laboral de 5 a 4 días -a cambio de extender sus jornadas diarias-, con el objetivo de aumentar la tasa de empleo, generar más libertad para los trabajadores, y buscar un mayor equilibrio entre la vida familiar y laboral.
De acuerdo con las autoridades, los empleados tendrán la posibilidad de acogerse a este cambio sin que represente una disminución en sus horas de trabajo semanales; además, tendrán la opción de trabajar menos durante una semana, y compensar el tiempo en la siguiente.
Según su Primer Ministro, Alexander de Croo, los trabajadores que quieran laborar 4 días, deberán solicitarlo a su empleador, y si se llega a un acuerdo, la vigencia inicial de la medida será de seis meses.
Dentro del paquete de reformas, también se incluyó una norma que estipula que los empleados tienen el derecho a desconectarse digitalmente, por lo que no estarían obligados a contestar correos ni mensajes a sus jefes, fuera de su horario laboral.