Los bosques y las selvas del mundo son indispensables para la supervivencia de nuestro planeta y de quienes lo habitamos; además de proveernos alimentos, de ser hogar para millones de animales, y de reducir la contaminación y el calentamiento de la atmósfera, los árboles amortiguan las lluvias, desaceleran los vientos y las depresiones climáticas, generan biodiversidad, y reducen la contaminación de ruido.
Desde que comenzó el mandato del actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro -en 2019-, su Administración ha sido acusada repetidamente de no proteger la Amazonía, y de permitir una mayor destrucción del esencial ecosistema, catalogado como “el pulmón del mundo”.
Este lunes, el mandatario lanzó un polémico plan para ampliar la minería y la extracción de oro en la selva amazónica, generando un gran rechazo en los ambientalistas, quienes argumentan que esta actividad origina deforestación, contaminación y la devastación de los pueblos indígenas. De acuerdo con el decreto firmado por Bolsonaro, su objetivo es fomentar el “desarrollo sostenible” del país.