Existen muchas creencias alrededor de este tema, incluso en algunas ocasiones se ha creído que las mascotas nunca se deberían bañar, para no cambiarles el pH de su piel; sin embargo, el baño es una práctica esencial para la salud de estos animales, puesto que la mugre acumulada en su pelaje podría generarles problemas en la piel, susceptibilidad a tener pulgas y un mal olor constante.
Aunque no bañarlos no es recomendable, tampoco es saludable bañarlos demasiado, puesto que las grasas naturales de su cuero cabelludo también son indispensables.
En el caso de los perros, la frecuencia de baño es diferente según el largo del pelo del animal:
- Perros de pelo largo: una vez cada 4-5 semanas.
- Perros de pelo medio: una vez cada 6-7 semanas.
- Perros de pelo corto: una vez cada 8-9 semanas.
Con relación a los gatos, existe la creencia que ellos se pueden limpiar solos con su lengua, y aunque sí lo hacen, es indispensable bañarlos de vez en cuando, especialmente si viven dentro de la casa:
Los gatitos deben bañarse con mayor frecuencia que los gatos adultos, debido a que éstos acumulan mugre con más facilidad, y aún no saben usar su lengua para asearse.
A partir del año, puedes bañar a tu gato cada 3-4 meses.
Gatos de pelo largo o de pelo mediano, requieren más atención que los de pelo corto, y necesitan bañarse cada 2-3 meses.
Para bañarlos en casa -tanto a perros como a gatos-, es importante utilizar champús especiales para mascotas, sin agentes irritantes en su composición y que estén adaptados al pH de su piel, el que es muy diferente al de los humanos.