Aunque suene simple, uno de los retos de ser padres es cómo educar a nuestros hijos para que se comporten dentro de la sociedad, sin cambiarles su esencia ni su personalidad.
Sabemos que, los niños entre 2 y 3 años hacen rabietas de vez en cuando; sin embargo, después de esta edad, si continúan haciendo pataletas con frecuencia, es importante afrontar la situación de inmediato y no ignorarla, ni utilizar chantaje para disuadirla.
Ese estallido de enojo y frustración, puede darse por algo que les molesta profundamente y no saben cómo más expresarlo: sin embargo, también puede ser una táctica de manipulación.
* Mantén la calma y pídele que ponga en palabras su frustración, para que logres entender de qué se trata la rabieta. Evita los gritos, los golpes y otras reacciones generadas por el estrés, estos comportamientos sólo le enseñarán que las cosas se resuelven a la fuerza y con violencia.
* Si notas que la pataleta está incomodando a las personas de tu alrededor, aíslense hacia otro espacio más reservado para tratar de dialogar.
* Explícale que a veces las cosas no se dan como uno espera, pero que todo tiene solución.
* Si la rabieta es sólo llanto, no intentes reprimir sus emociones aunque te desespere; pero si la situación viene acompañada de gritos, patadas etc., retíralo rápidamente del lugar y trata de calmarlo por medio del diealogo, pero con firmeza.
* Ofrécele tu ayuda; muchos disgustos suelen aparecer cuando los niños se frustran al no ser capaces de hacer ciertas cosas.
* Ten a la mano agua y algún alimento que le guste; a veces el hambre y la sed les genera irritación.
* Intenta distraerlo con humor; esta técnica le generará confianza y le hará olvidar su rabieta.
* Establece las reglas de antemano. Si le informas qué esperas de él, le darás límites para su comportamiento.
