Aunque suene inútil o superfluo, el estiramiento es una práctica esencial para la buena salud del cuerpo. Al estirarnos, mantenemos un equilibrio entre los músculos, las articulaciones, las fascias y el tejido nervioso. Es ideal para antes y después del ejercicio, y esencial para mantenernos flexibles y tonificadas.
Es una rutina indispensable que debe practicarse diariamente, y aunque no hagas gimnasia, estirarnos diariamente es una costumbre clave durante la vida adulta, pues nos ayuda a proteger nuestra movilidad saludablemente:
▫️Reduce de la tensión en los músculos- Al estirarnos ayudamos a los músculos a relajarse, permitiendo que el oxígeno y los nutrientes se muevan con mayor facilidad por el cuerpo.
▫️Alivia los dolores después del ejercicio- Disminuye la sensación de dolor que puede producirse después de un entrenamiento intenso, por la acumulación de ácido láctico.
▫️Mejora la postura- Los desajustes musculares pueden hacer que nos encorvemos. Cuando estiras regularmente los músculos, ayudas a que éstos se mantengan alineados para una mejor postura.
▫️Mejora la circulación- Cuando estiras, aumentas el flujo sanguíneo en tus articulaciones y en tus músculos, ayudando a los nutrientes a moverse más fácilmente y a mejorar la circulación en todo el cuerpo.
▫️Reduce el estrés- Al estirarte liberas tensión. Intenta hacerlo antes de acostarte, para relajarte y lograr dormir mejor.
▫️Menos posibilidades de lesiones- Los músculos flexibles pueden manejar los movimientos bruscos mucho mejor que los tensos. Al estirarte, evitarás los tirones musculares y las articulaciones tensas.
▫️Mayor rango de movimiento- Cuanto más relajados y flexibles estén tus articulaciones y tus músculos, mayor será tu rango de movimiento.