Últimamente, los batidos de proteína han adquirido una gran popularidad como tendencia saludable -especialmente cuando son promocionados por celebridades-; sin embargo, existe un lado oscuro de estos productos que no todos conocemos.
Aunque estos polvos se han posicionado como grandes aliados al momento de ejercitarnos -para proporcionar energía en los entrenamientos, para aumentar masa muscular, o para obtener nutrientes-, un estudio realizado por la Universidad de Harvard en EEUU, concluyó que varios de estos no son tan saludables como parecen.
Algunos batidos hacen aumentar de peso, contienen metales pesados y pueden llegar a saturar los riñones. Al exceder la dosis diaria de proteína, estas calorías se almacenan en forma de grasa, aumentan el azúcar en la sangre, y estimulan la liberación de insulina en el páncreas.
El estudio también advierte que, aún no se conocen los efectos a largo plazo de la proteína en polvo, pero lo que sí se sabe, es que muchas de estas contienen -además de metales pesados- sustancias tóxicas como el BPA, un disruptor endocrino utilizado comúnmente para fabricar plástico, pesticidas y otros contaminantes cancerígenos.
*Antes de comprar cualquier marca de proteína en polvo, es importante que leas su etiqueta, investigues sobre sus ingredientes, y consultes con tu doctor.