Los antibióticos son medicamentos que combaten las infecciones bacterianas en humanos y animales; sin embargo, existen 2 tipos totalmente diferentes: los industriales -creados en laboratorios-, y los de origen natural. Aunque los industriales son más fuertes y muy necesarios para muchos padecimientos, los naturales no afectan el microbioma intestinal y fortalecen el sistema inmunológico.
Ajo– reconocido como el antibiótico más poderoso de la naturaleza, contiene hasta 70 sustancias bactericidas y fungicidas. Es capaz de combatir bacterias como la Salmonella y el E-coli, además de la tuberculosis.
▫️Jengibre– aunque no es tan poderoso como el ajo, estudios han demostrado su capacidad para combatir muchas cepas bacterianas, protegiendo el sistema inmunológico. Puede consumirse con frecuencia, a menos que interfiera con alguna condición médica.
▫️ Aloe vera: contiene hasta 70 sustancias con poder antibacteriano, antiinflamatorio y antimicótico. Sirve para curar heridas, cicatrices y dolencias cutáneas.
▫️Orégano– estudios han demostrado que esta planta es uno de los antibióticos naturales más efectivos, especialmente cuando se le utiliza como aceite esencial. También se le atribuyen propiedades inmunológicas y antiinflamatorias.
▫️Eucalipto– contiene altos niveles de cineol, lo cual le aporta poderes antibióticos de amplio espectro, y antivirales para infecciones respiratorias.
▫️ Miel: utilizada desde la antigüedad como ungüento para cicatrizar heridas y prevenir infecciones, también se le han comprobado poderes curativos contra heridas crónicas, quemaduras y úlceras en la piel.
▫️Aceite de árbol de té– de uso exclusivamente tópico, es un poderoso antibacterial y antiviral ideal para desinfectar heridas, y para combatir el acné y las verrugas, entre otras dolencias.
*Antes de realizar cualquier cambio en tu salud, consulta con tu médico.