Está comprobado que aprender a tocar un instrumento musical a cualquier edad, estimula el cerebro significativamente; sin embargo, cuando se aprender desde la infancia, es aún más beneficioso.
Estimular a nuestros pequeños a aprender a tocar un instrumento musical, tiene efectos muy positivos en el desarrollo cerebral y en el fortalecimiento de las habilidades cognitivas y sociales, durante los primeros 12 años de vida.
La relación de los niños con la música mediante el aprendizaje, favorece el desarrollo del pensamiento crítico y lógico, además de estimular las áreas cerebrales que se relacionan con las matemáticas. También beneficia la salud mental, puesto que ayuda a crear endorfinas -la hormona de la felicidad-, e implica el uso constante de la memoria, la lógica, la movilidad, la coordinación y la atención:
* Fomenta el desarrollo psicomotriz.
* Facilita el desarrollo de la memoria y del lenguaje.
* Incrementa la capacidad que tiene el cerebro para adaptarse y cambiar.
* Mejora la concentración, la memoria y la retención de datos.
* Libera el estrés.
* Incrementa la materia gris.
* Mejora las conexiones entre las partes más distanciadas del cerebro.
* Agudiza la memoria verbal y el razonamiento espacial.
* Ayuda a conservar y a mejorar la productividad.
* Fomenta la creatividad.
* Entrena la paciencia.
* Mejora la coordinación.
* Reduce la depresión y la ansiedad.