De acuerdo con un estudio científico publicado este lunes en la revista Current Biology, los perros no sólo saltan de alegría y menean la cola cuando se reencuentran con sus dueños, sino que sus ojos también producen lágrimas de felicidad.
Los investigadores de la Universidad de Azabu en Japón, midieron las lágrimas de los perros cuando están con sus dueños en su espacio habitual, y posteriormente las midieron tras un período de cinco a siete horas de separación.
El volumen del llanto fue mucho mayor cuando los perros se reencontraron con sus dueños y no con otra persona conocida, lo que se debe principalmente a la presencia de la oxitocina, conocida como “la hormona del amor”.