A raíz del aumento en reinfecciones -por las ultra pegajosas subvariantes BA4 y BA5 de la Omicron-, los científicos trabajan para esclarecer si contraer covid-19 repetidamente representa algún riesgo para el organismo a largo plazo, así las personas no hayan sufrido de síntomas severos durante los nuevos contagios.
Asumir que, por estar vacunados, reforzados y haber contraído el virus previamente, obtenemos una inmunidad que nos protege de daños mayores, no es algo tan simple como creíamos.
Recientes estudios del departamento de virología de la Universidad de Washington en Estados Unidos, han concluido que, existen grietas en el escudo creado por la inmunidad natural y por la inducida por la vacuna. También han demostrado que, las nuevas subvariantes de ómicron tienen una mayor capacidad para evadir la inmunidad adquirida.
Demostraron que cada nueva infección aumenta las probabilidades de consecuencias preocupantes para la salud, como: trastornos cardíacos, sanguíneos y cerebrales, diabetes, enfermedades inmunológicas, fatiga crónica y covid de larga duración.
Aunque por regla general las reinfecciones suelen ser más leves que una primera infección -puesto que el sistema inmunológico ya está preparado-, así las nuevas sean leves, deben tomarse muy en serio.
De acuerdo con una investigación publicada en New England Journal of Medicine a principios de este mes, cada infección posterior aumenta el riesgo acumulado a sufrir daños por covid-19. Por ejemplo: es posible que una infección pueda causar una inflamación a largo plazo en los vasos sanguíneos, lo que podría conducir al desarrollo de coágulos de sangre y a un mayor riesgo de ataques cardíacos, o de accidentes cerebrovasculares.